Un medicamento puede ser adecuado en un momento de tu vida pero más adelante dejar de serlo o incluso llegar a ser perjudicial.
El efecto de algunos medicamentos puede agotarse con el tiempo. En otras ocasiones, puede dejar de existir la causa que motivó su introducción.
Tu percepción de los medicamentos puede variar con el tiempo, al igual que se van modificando tus propias necesidades. Los problemas de salud que padezcas no serán siempre los mismos. Por estos motivos, no existen medicamentos “de por vida”.
Siempre que comiences un nuevo medicamento pregunta durante cuánto tiempo debes tomarlo, y cuándo y cómo se revisará su efecto.