Si tomas muchos medicamentos o has comenzado a utilizar recientemente alguno nuevo, cualquier síntoma diferente que notes puede ser un efecto adverso.
Por muy seguros que sean en general los medicamentos, cualquiera de ellos puede provocar efectos adversos, síntomas que pueden ser debidos al fármaco.
En muchos casos, en vez de pensar que un nuevo síntoma es un efecto adverso por el medicamento, podemos creer que es el inicio de otro problema de salud, lo cual lleva a la prescripción de otro fármaco. Esto generalmente a lo que único que conduce es a agravar la situación.
La posibilidad de que los medicamentos puedan ocasionar efectos adversos aumenta en algunas personas:
- las más mayores,
- las que tienen varias enfermedades crónicas,
- en aquellas que toman muchos fármacos,
- las que presentan problemas renales, cardiacos o de hígado
- o cuando ya se ha experimentado efectos adversos a medicamentos con anterioridad.
En estos grupos de personas, ante cualquier nuevo síntoma debe considerarse la posibilidad de que sea debido a un efecto adverso de la medicación.
Aunque te parezca que un síntoma nuevo no tiene relación con un medicamento o no aparezca en el prospecto, o si por el contrario, tienes alguna sospecha de que sea un efecto adverso, consúltalo en tu centro de salud o farmacia.
No todos los efectos adversos son graves: la mayoría son pasajeros y leves. Sin embargo, en ocasiones, por seguridad, se decide su retirada o cambio del medicamento.